Crónicas de falsobosque

Capítulo 3. Un Mundo Fuera de Lugar

Estaba calentando café en el fuego, podía hacerlo en la casa prefabricada que le había proporcionado el ejército, en ella tenía todos los lujos posibles pero solo la utilizaba para dormir y en los días de lluvia. Le gustaba pensar que estaba de campamento. Camela estaba tumbado un par de metros separado del fuego mullendo el aire con sus garras y una expresión de curiosidad mirando hacia Roberto, era una especie de Lince fallido con la cola demasiado larga y las patas traseras mucho más grandes que las delanteras, las garras delanteras eran enormes, de tal modo que parecía que tenía puestas unas zapatillas de andar por casa de esas con la cara de Homer Simpson en relieve, quizá en un pobre intento de compensar la diferencia con las traseras, y tenía un gran cabezón. Verlo correr era como ver los coches de aquellas animaciones de los “Autos Locos”, con esos coches con ruedas enormes atrás y pequeñas delante. Roberto lo miró y le dijo.

-Ya mismo va a estar el café.


-Rrrrrrrrr... El café... Rrrrrr...

Un pequeño detalle que se me había pasado, “Camela” podía hablar un poco. Era de una especie nueva en “Falsobosque”, podía saltar sin morir al perder contacto con el suelo, pero no se acercaba a la frontera “Charito” a menos de tres kilómetros. Un buen día apareció allí y hasta hoy no se había movido. Era compañía y guardián, un gato del tamaño de un San Bernardo que además daba algo de conversación.

-Rrrrrr... Café y whisky...Rrrrrr...

-Te pondré un poco, no mucho que luego te pasas la noche tirándote unos pedos que no hay quien pare a tu lado.

Por toda respuesta le dio la espalda con cara de ofendido. Roberto se puso un café solo con whisky mitad y mitad. Y le sirvió un poco a su compañía en una lata de leche condensada vacía que le servía de bebedero. Camela se lo bebió rápidamente y después, como hacía siempre que bebía algo con alcohol empezó a ronronear “Highway To Hell”. De pronto, dejó de hacerlo en pleno solo de Angus Young, se puso de pie mirando hacia la oscuridad de la noche.

-¡¡¡Rrrrr... Rrrrrr... RRosario... Rrrrr...!!!

-Te equivocas Camela, Rosario y Jacinto volvieron a sus vidas hace ya unos meses.  No sé qué habrás oído, pero soy seguramente quien menos quiere ver en el mundo.

Le dijo mientras recordaba la última vez que vio a ambos. Llevaba una semana viviendo en la casa Prefabricada, que el ejército le había instalado a unos 10 km de la frontera “Charito”, “Camela” ya había aparecido y se había quedado a vivir, aunque aún no sabía nada de la capacidad de comunicación que tenía. Jacinto se despidió, lo habían destinado a otro lugar. Rosario en cambio, venía a informarse sobre su familia, tenía una mujer y dos hijas de las que no tenía ningún recuerdo. Roberto le proporcionó toda la información que había podido conseguir en sus pesquisas. Una vez informado se fue sin darle las gracias y como despedida le dijo “No hagas que vuelva aquí nunca más “Bambi”, ya he tenido suficientes mentiras” y se fue sin soltar su ya, tristemente célebre para él, “Mira “Bambi”, no soy tu compañero, no soy tu amigo...”

-Te equivocas tú “Bambi”, este “Pokémon”  tuyo, por desgracia me ha olido de lejos. Es menos estúpido que tú.

Dijo Rosario saliendo de la oscuridad cargado con varias mochilas que fue descargando sobre el suelo, Roberto estaba atónito ante su teatral aparición y no vio cómo se acercaba “Camela” hasta que estaba a la espalda de Rosario.

-Cuidado.


Susurró temiendo por Camela, pues sabía que el animal era inofensivo pero no adivinaba la reacción que tendría Rosario. El felino lo empujó con su cabeza hacia el fuego firme y suavemente.

-Rrrrr... Calentarte en fuego... Rrrr...

Rosario se volvió hacia el animal su mano y le rascó la cabeza cariñosamente, Camela le lamió la mano con esa fea lengua azul que tenía, mientras Roberto disfrutó al ver por primera vez que Rosario no respondía de forma hostil en una interacción con otro ser vivo. Le preparó un café con whisky mitad y mitad y le acercó la taza, la agarró y se puso en cuclillas, su posición habitual mirando hacia el fuego. Tardó más de cinco minutos en silencio sin moverse salvo para dar algún sorbo a su taza, mientras “Camela” ronroneaba su versión de “Bohemian Rapsody” que era la otra canción que entonaba cuando bebía algo con alcohol.

-No creas que he venido de visita, este es el último sitio donde quiero estar y tú la última persona, pero todo se ha ido al carajo “Bambi”, el mundo de mentira se ha mezclado con el de verdad, los que te hicieron general son unos cretinos que van de divos por la vida, capaces de afirmar que siempre han existido patos con cuatro patas y cinco ojos y no acaba la cosa ahí, también hay personas de mentira conviviendo entre nosotros, cada vez me es más difícil distinguirlos.

Roberto empezó a realizar preguntas, siempre hacía muchas preguntas seguidas que sólo tenían una o dos palabras de respuesta, mientras iba pensando y acumulando información.

-¿En cualquier parte aparecen animales fallidos?

-Si.

-¿Hace cuanto sucede?

-Un par de semanas.

-¿Hay alguno volador o acuático?

-No.

-¿Cuántas veces has visto hombres falsos?

-Tres.

-¿En distintos lugares?

-Si.
-¿A diferentes o al mismo?

-Al mismo creo, aunque iba cambiando, unas veces tenía el pelo corto y otras más largo y de diferente color cada vez, siempre con  una frondosa barba y es un tío grande, muy parecido a “Rómulo”, aquel hombre  enorme y de mentira jefe de la expedición que trajo esta pesadilla al mundo.

Roberto dejó que descansar un poco a Rosario, que era poco amigo de hablar, antes de seguir con mas preguntas.

-¿Alguna actitud hostil?

-No

-¿Como responden nuestros animales ante ellos?

-Los mamíferos los rehúyen o ignoran, los insectos, los voladores y los acuáticos los atacan.

-¿Las personas los aceptan?

-La gran mayoría ni se da cuenta ya. Los demás están convencidos que siempre han estado ahí. Cada vez somos menos los que nos damos cuenta de la diferencia.

-¿Hay alguno que interactúe como Camela?

-No, la mayoría parece que no saben ni dónde están.

-¿El “hombre falso” te sigue o intenta comunicarse contigo de alguna forma?

-Creo que me observa, huye cuando intento acercarme a él.

-¿Desde cuando te sigue y que distancias mantiene?

-No lo tengo claro, creo que no se acerca a menos de 100 metros.

-Rrrrr... Está aquí... Rrr...

Dijo de pronto Camela levantándose con todo el pelaje erizado, lo que lejos de darle un aspecto amenazante le hacía parecer un gigantesco peluche.

-¡Muéstrate!

Gritó Rosario a la oscuridad. Casi sin hacer ruido apareció un hombre alto que parecía un náufrago, con indumentaria militar pero con colores chillones, una mano tenía dos pulgares y la otra carecía de él. El extraño habló.

-Vengó a pedir ayuda al hombre triste.

-Rrr... No des ni un paso... Rrrr...

Dijo adelantándose e interponiéndose en actitud protectora entre el extraño y los hombres y mostrando sus formidables fauces y uñas.

-Sólo quiero decir al hombre triste que pronto todos estamos perdidos, seguí al hombre enfadado porque sabía que acudiría a él. Algo ha cambiado las normas de “Madre”. La gran “Espora” no deja nada, solo asimila todo menos tres anómalos, teme que los tres vayan a “Madre” porque...

De pronto se sacudió y desapareció, en su lugar había una planta que semejaba una palmera aunque las hojas estaban equivocadas y parecían las del Aloe Vera. Rosario estalló de mal humor.

-¿Que demonios? ¿No he entendido nada a ese espantajo. Tú has...?

-Rrr... Déjalo, ahora piensa... Rrr...

Cortó Camela. Cuando miró hacia Roberto, se balanceaba levemente asintiendo con la cabeza repitiendo palabras inconexas (...Madre, la gran espora, los tres anómalos, asimilación, la mentira se mezcla, la verdad se diluye...) continuó así hasta bien entrada la madrugada. Rosario montó guardia hasta las cuatro, entonces se durmió y tuvo sueños en los que sus hijas y su esposa a los que no recordaba, contactaba con ellos y eran una familia feliz. Camela no durmió, velaba a Roberto que seguía sumido en sus cavilaciones tumbado junto a Rosario al que rozaba con una de sus patas transmitiéndole bienestar mediante el contacto mientras ronroneaba la discografía de Ozzy Osbourne. Para cuando Roberto terminó de pensar ya había amanecido y Camela ronroneaba “Dreamer del Down to Earth”. Preparó café e hizo bácon con salchichas tras atizar y alimentar el fuego que había aguantado toda la noche. Rosario se despertó con hambre y el olor de la comida casi hizo que babeara. Cuando todos tenían café y comida delante, Roberto empezó a hablar.

-Todo empezó hace unos años con la expedición para abrir camino, fue donde nos conocimos y descubrimos un bosque con plantas parecidas a las nuestras pero con fallos, también hay animales, reptiles, mamíferos, insectos... Todos tienen fallos físicos, patas de más o de menos, los insectos son como mínimo 5 veces más grandes, no hay peces, ni pájaros, ni insectos voladores, todos tienen fallos en su diseño como tú, Camela. Hasta tu aparición supimos que no hay voladores ni acuáticos porque al perder el contacto con el suelo, los animales morían, por eso tú eres una evolución, ya que eres rápido y puedes saltar sin morir.

Tomó aliento antes de continuar.

-Rosario no tiene recuerdos anteriores a la primera expedición y es el único al que “Falsobosque” ha atacado y perseguido. Hace unos meses fuimos a destruir una planta que emitía un ruido azul que mataba las plagas de insectos que impedían la invasión silenciosa de nuestra civilización y casi te mata, fuiste al único que atacó directamente y aún no sé porqué. En mi caso conservo los recuerdos de toda mi vida, mi infancia, mi familia, mi ciudad... Pero ellos no se acuerdan de mí. Antes de venir a vivir aquí, visité mi familia, mi casa, mis amigos y conocidos y nadie me recordaba, era como si jamás hubiera existido. Me convertí en militar y ascendí rápidamente dada la situación mundial con la invasión silenciosa. Me diagnosticaron una enfermedad degenerativa y me dieron pocos meses de vida, cuando realizamos la misión de destruir el “Ruido Azul” pasamos aquí casi dos años y cada día me sentía mejor, la vida, el tiempo y a saber que más no funcionan con las mismas leyes que en nuestro mundo. Ahora sabemos que la invasión se ha desmadrado de alguna forma, ha entrado un nuevo jugador en el tablero, una variante que no ayuda a nadie ni a nada, salvo a sí mismo. Ha resquebrajado los límites y la frontera no existe. Ese algo es la “Gran Espora” de la que hablaba anoche el barbudo que desapareció, al principio pensé que se había convertido en esa planta de ahí, luego he llegado a la conclusión de que fue destruido y “Falsobosque” intenta compensar su hueco con ella. Esta variante no intenta absorber nuestra civilización como hace este lugar, pretende fusionar todo sin importarle la vida en uno u otro lado. Desconozco el propósito pero imagino que quiere "Terraformar" el planeta para albergar otro tipo de vida diferente, con otras leyes diferentes de biología. Tenemos que ir a “Madre”, allí encontraremos respuestas y sabremos qué es lo que tenemos que hacer. El problema está en que no tengo ni idea de dónde está “Madre” ni que es.

-Pues estamos jodidos “Bambi”

Dijo Rosario apesadumbrado.

-Rrrr... Yo os llevaré... Rrrr...

Dijo Camela con una extraña expresión de tristeza. Los dos hombres miraron al Lince fallido sorprendidos. Roberto asintió, meneó la cabeza asintiendo.

-Una cosa más, los tres anómalos somos nosotros. Nuestro triunfo o fracaso será el del mundo ¿Se encuentra muy lejos “Madre”? ¿Cuántos días tardaremos en llegar?

-Rrr... Depende del viaje... Rrr... No hay una distancia concreta... Rrr...

Fue la enigmática respuesta de Camela. Partieron una hora después. Cada uno iba cargado con dos mochilas, Camela llevaba también una mochila que le habían adaptado a modo de arnés a la espalda tras convencerle de que la llevara, cosa que le costó a Rosario bastante, puesto que no estaba por la labor. Hablaban poco, Camela estaba de mal humor, según creía Roberto, siempre ronroneaba canciones de “Los secretos” cuando estaba triste o enfadado y ronroneó media discografía antes de que pararan a comer. Cuando estaban  tomando café con whisky por la noche, Rosario le preguntó.

-¿Cuál es tu historia “Pokémon? De dónde has salido?

El animal lo miró, le centellearon Los cuatro ojos y esbozando una sonrisa que mostró su formidable dentadura. Respondió.

-Rrrrr... Mi historia... Rrr... Existo desde que tengo memoria... Rrr... Mi historia es la vuestra desde el principio... Rrr...

Todos guardaron silencio. Roberto tenía un mar de preguntas que hacerle, pero prefirió no hacerlas. Rosario meditaba sobre el significado de la respuesta a su pregunta. Camela se acabó su café con whisky y empezó a ronronear “Highway to hell”. Salieron antes de amanecer, Roberto  tenía la impresión de que estaban regresando sobre sus pasos y fue encontrando pruebas por el camino a lo largo del día, aún así no dijo nada, lo diría cuando acamparan de noche. Rosario en cambio estaba hablador ese día. Fue explicando los fallos que tenían las plantas y árboles de “Falsobosque”, parecía un profesor dando clase, Camela caminaba prestando atención a todo lo que decía, hacía alguna pregunta de vez en cuando a Rosario y este respondía solícito. Prácticamente no le dirigieron la palabra a Roberto que se sumió en un estado de mal humor y se sentía cansado. Al caer la tarde, Rosario le preguntó.

-¿Te encuentras bien “Bambi”? Tienes mala cara, si no es así dínoslo. En este viaje no podemos tener ninguna carga, si no puedes seguir el ritmo tendremos que adelantarnos, no somos el club de los 5 de excursión por los campiña primaveral de Inglaterra. Puedo cuidar de un estúpido para que no se mate, pero no puedo cargar con él además.

Roberto sintió rabia, aunque también se percató que estaba empapado en sudor, resoplaba y se dio cuenta de que tenía fiebre.

-Estoy bien, solo algo cansado.

Dijo cortante.

-Rrrr... No, no lo estás... Rrr... Acamparemos aquí... Rrrr...

Rosario lo examinó y le preparó una infusión con un compuesto de hiervas, que a Roberto le supo a rayos. Camela se enroscó en el suelo rodeando su cuerpo. Con el calor del cuerpo del Lince fallido y el estómago protestando por la pócima que había tomado entró en una especie de sopor semi-inconsciente. Después de que cenaran Roberto empezó a hablar.

-Creo que sé lo que me ocurre. La “Gran Espora” ha roto la frontera entre este mundo y el nuestro, al hacerlo La naturaleza de este sitio ha cambiado y aquello que me mantenía sano ya no lo hace, me estoy muriendo otra vez y me queda poco tiempo. Por eso mismo, es urgente que lleguemos a “Madre” y nos de las respuestas para detener esta nueva "Terraformación" que va a acabar con toda la vida tal y como la conocemos. Eso me lleva a preguntarte a ti Camela ¿Sabes realmente dónde está “Madre”? He observado que hoy hemos vuelto sobre nuestros pasos, de hecho mi casa está a poco más de un par de kilómetros. No estás siendo claro en tus respuestas y quiero que seas sincero ¿Estamos muy lejos de “Madre”?


Camela guardó silencio. Rosario cabeceó y se levantó abandonando su posición de descanso habitual en cuclillas empezó a moverse de un lado a otro como un león enjaulado, mirando amenazador hacia sus compañeros de vez en cuando se acercaba a ellos con un dedo amenazador y se retiraba de nuevo, se daba golpes en la frente con la Palma de la mano como intentando recordar algo, continuó con esta danza ritual diez minutos mientras lo observaban absortos sus compañeros, de pronto, se volvió con cara triunfal hacia ellos apuntando con el dedo de forma acusadora a Camela.


-¡¡¡Tú eres “Madre”!!! Por eso depende del viaje, no hay distancia concreta porque ya estamos con “Madre”, existes desde que tienes memoria, tu historia es la nuestra desde el principio, “Madre” eres tú cuando estamos los tres juntos. Esta vez he sido más listo que tú Roberto.

-Rrr... Bien Rosario... Rrrr...

Roberto estaba atónito. Todo encajaba perfectamente ¿Cómo no había caído en la cuenta? ¿Porqué no lo había dicho desde el principio? ¿Tendría la solución?

-¿Tienes las respuestas?

-Rrr... Depende, ?Tienes las preguntas...? Rrr...

Roberto meditó un momento.

-¿Que es la “Gran Espora”?

-Rrrr... Es una variante matemática con consciencia... Rrrr... Su caso no es odio ni es el mal tal como lo concebimos, sino el establecimiento del orden... Rrr...

-¿Porqué quiere destruir la vida?

-Rrrr... La vida es un error en el orden de las cosas... Rrrr... No quiere destruir la vida, quiere restablecer el orden...Rrrr...

-¿Como podemos luchar contra ella?

-Rrrrr... Lo desconozco, tiene todas las respuestas y contraataques posibles... Rrr... Contrarrestará cualquier ataque de forma aplastante con lógica pura... Rrr...

-¿Dónde podemos encontrarla?

-Rrrr... Si estamos preparados puedo convocarla y acudirá... Rrrr... ¿Lo estamos...? Rrrrr...

-Aún no. Apártate un poco de mí, ahora tengo calor, además has bebido mucho café con whisky y me estás atufando con esos pedos horrorosos de gas mostaza que te estás tirando, a ver si crees que porque no Suenan no huelen.

Camela se levantó y se apartó unos metros dándole la espalda ofendido y empezó a ronronear “Hey Stoopid” de Alice Cooper con énfasis y sorna en el estribillo. Rosario había vuelto a su posición en cuclillas y bebía café con whisky de su taza y le había alargado otra a Roberto, mitad y mitad como sabía que lo tomaba. Roberto se mecía y cabeceaba balbuceando frases inconexas e incompletas “Asimilados por la Espora, la lógica pura nos aplastará, matemática pura, madre, el orden absoluto, el hombre triste, el hombre enfadado, café con whisky...”
Así siguió meciéndose durante horas hasta que alzó la cabeza y dijo.

-Escuchadme, creo que tengo una posible  forma de enfrentarnos a la “Gran Espora” y poder vencerla. Cualquier ataque que le hagamos, cualquier ecuación que planteemos la resolverá con su lógica. Tenemos que plantearle un galimatías, algo que no tenga ese orden que pueda resolver, para eso debemos cambiar radicalmente nuestra forma de actuar.Según me ha parecido entender, Si no puede resolver algo con su lógica no puede existir la “Gran Espora” ¿Se os ocurre algo a alguno de los dos?

Camela respondió en seguida.

-Rrrr... A mi se me ocurre actuar de otra forma pero no sé si servirá... Rrrr...

-Yo creo que tengo una buena idea, debo estar en racha ¡Convoca a esa cosa Pokémon!

Dijo Rosario con su habitual tono de mal humor y su cara de vinagre.

-¡Vamos allá!

Apremió Roberto. El animal se aclaró la voz y empezó a ronronear un ritmo cadencioso que parecía música electrónica. Poco después se formó una especie de aura de energía que cambiaba de color.

-“SE PARA QUE REQUERÍS MI PRESENCIA, NO TENÉIS NINGUNA OPORTUNIDAD”

El mensaje lo recibieron dentro de sus mentes, aún así, Roberto respondió gritándole para que también oyeran sus compañeros.

-¡Entonces no tienes nada que perder! ¡Déjanos intentar convencerte porqué debemos vivir! ¡A menos que temas perder!

-“SOIS UN ERROR EN EL ORDEN, NO TENGO PORQUE CONCEDEROS NINGUNA OPORTUNIDAD, AÚN ASÍ, ADELANTE, INTENTAD LO IMPOSIBLE”

“Tú primer error, tu petulancia” Pensó Roberto.

-Explícame entonces que es la música. Lo que hace sentir ¿Es también un error?

Sintieron la respuesta como un martillazo.

-“LA MÚSICA ES EL ORDEN DE ONDAS SONORAS EN ARMONÍA, CON UNA BASE MATEMÁTICA RÍTMICA QUE HACE QUE LA ELECTRICIDAD DE VUESTRO CEREBRO CIRCULE DE FORMA FLUIDA”

-Sabrás que sin nosotros no existiría esa armonía ¿Estás dispuesto a que algo así desaparezca?

-“NO TIENE IMPORTANCIA, PUEDO HACER QUE TODO FUNCIONE CON ORDEN Y SENTIDO, ES PRESCINDIBLE”

Roberto se sintió bloqueado, abrumado por la respuesta. Había enfocado sus argumentos a hacerle ver que los sentimientos escapan de la lógica y la “Gran Espora” Los explicaba de forma científica. Miró hacia Rosario angustiado y lo vio bailando de forma arrítmica y se extrañó de esos movimientos espasmódicos que estaba haciendo. Se paró y alzó una mano temblorosa hacia aquel ser hecho de energía y empezó a hablar, dejando a todos pasmados.

-¡¡¡Tú ere un finstro diodenar!!!, ¡¡¡Cobalde pecadol de la pradera!!!, ¡¡¡Jarrrlll la gloria mi mare!!!, ¡¡¡No puedor contigo!!!, ¡¡¡Torpedor!!!, ¡¡¡Que ere más pobre que er zapatero Tarzán!!!, iiiEse peaso de candemore naulll!!! ...

Todo esto parando de vez en cuando y dando pasitos adelante y atrás, levantando una pierna y chasqueando los dedos de la mano. Roberto reconoció el idioma del célebre cómico español al que Rosario sorprendentemente imitaba muy bien y no pudo hacer otra cosa que empezar a reír con tantas ganas que le empezó a doler el costado. Rosario se acercó a él con la mano extendida sin parar de hablar.

-¡¡Dame la manoooorrr pecador que naciste después de los dolores!!, ¡¡La gloria mi mare siete caballos vienen de Bonanzaaa...!!

Le dio la mano y después un abrazo a un Roberto exhausto del ataque de risa. Camela también reía pero no sabía porqué, simplemente le hacía gracia aquello. La “Gran Espora” lanzó respuestas hostiles que llegaban de forma chirriante.

-¿QUE SIGNIFICA ESTA PAMEMA? Finstro=2/3<63a(7~(53x-125X/(4/3a)-y•9...
¡¡¡NO TIENE SENTIDO...<#%%>”!!!
Roberto empezó también a imitar a “Chiquito de la Calzada” con bastante menos gracia.

-¡¡Soy un pecador, no puedor...!!

-¡¡Apiticawnn, que ere má pegajoso que una pelea de pulpos...!!

Le replicó Rosario, ambos sin parar de moverse ni de hablar. Camela se revolcaba de risa en el suelo. La “Gran Espora” se fue empequeñeciendo mientras seguía desarrollando ecuaciones intentando darle lógica a las expresiones. Había perdido, con sus últimas fuerzas lanzó un rayo letal de energía hacia los dos hombres que seguían en un frenesí de baile y palabras sin sentido. Camela lo vio y se interpuso delante de ellos recibiendo el golpe mortífero.

-Rrrr... Cuidadme... Rrrr...

Fue lo único que les pudo decir y desapareció. Ambos se acercaron al lugar donde había desaparecido y allí donde estuvo Camela, ahora había un huevo como el de un avestruz. Lo miraron con curiosidad, Roberto lo cogió con las manos y se lo ofreció a Rosario, cuando lo tuvieron ambos cogidos eclosionó y vieron una criatura parecida a Camela pero sin pelo, comenzó a ronronear enseguida.

-Rrrrr... Roberto, Rosario... Rrrrr...

Dijo aquel ser. Rosario lo miró con cara de asco y ternura a la vez.

-¡¡Joder que feo es!!, ¡¡Es horroroso!!, iiEs...!!

-Es “Finstro”

Dijo Roberto rascándole el mentón. Regresaron a la casa prefabricada en silencio, salvo por “Finstro” que interpretaba “Master of Puppets” ronroneando sin que nadie se la hubiera enseñado. A mediodía Rosario se dispuso a partir hacia la civilización. Roberto se encargó de “Finstro”, lo alimentó y limpió. Sus excrementos olían peor aún que los pedos de Camela constató Roberto.

-Cuida del Pokémon hasta mi vuelta.

Le dijo Rosario.

-Espera amigo, hoy nos has salvado a todos. Eres un héroe.

Contestó Roberto ofreciéndole su mano. Rosario la miró con desdén.

-No me jodas “Bambi”, nunca me vas a caer bien y no soy tu amigo.
Y se fue sin darle la mano una vez más.

-Te equivocas tú amigo. Siempre seremos amigos, a pesar de ti mismo.
(Continuará)


En memoria de Gregorio Esteban Sánchez Fernández(Chiquito de la Calzada)


MIDNIGHTER TRENT (Javier Orta)

Es necesario registrarse para comentar.

Buscar