MIDNIGHTER TRENT

 -Corre Tortuga y pide ayuda, pero corre muchísimo eres nuestra única esperanza y la única que puede llegar a tiempo.

Le dijo el conejo guerrero a tortuga 6 horas antes. Ella partió velozmente y ya había recorrido casi 3 metros. En su camino tropezó con un hormiguero y a punto estuvo de volcar sobre su concha, lo que hubiera sido su final. Las hormigas estaban reunidas y tortuga les pidió ayuda.

-No podemos ayudarte, nos encontramos en plena decisión sobre nuestro destino, las hormigas rojas queremos mantener nuestro hormiguero en la carretera que están asfaltando con alquitrán hirviendo y las negras quieren separarse para vivir bajo el agua de la charca.

-Pero de una forma o de otra moriréis todas.

Les dijo tortuga.

-Eso no importa, lo importante es que tenemos que decidir ahora nuestro futuro.

Tortuga se alejó de allí sin entender nada. Cuando se hizo de noche ya había recorrido más de 10 metros. El conejo guerrero se acercó hasta ella en siete potentes saltos.

-Muy buen trabajo compañera, has llegado bastante lejos. No te desanimes, nuestra vida depende de tu velocidad para encontrar ayuda. Los conejos, las gacelas y los guepardos estamos siendo atacados por los perezosos y los koalas y se han aliado con los caracoles, nos están cazando, secuestran a nuestros hijos ¡¡No desfallezcas amiga!!

Y el conejo guerrero volvió a la pradera dando saltos, cuando llegó saludó a tortuga con una pata. Tras comer y descansar un rato siguió su camino, se encontró entonces con las serpientes, las lombrices y les pidió ayuda.

-No queremos ayudar, nos pasamos la vida arrastrándonos por el suelo y nadie quiere estar con nosotras por que nos gusta silbar y por nuestra educación, ya que siempre llegamos por sorpresa y sin avisar y comemos con la boca abierta y sin masticar, nosotros hemos venido a su pradera y quieren que respetemos sus costumbres y a su gente solo porque nos comemos su comida y vivimos en sus tierras, que desfachatez, ¡¡¡Que se apañen!!!

-Pero si vivís todos en el mismo lugar, deberíais respetaros y ayudaros, porque los que atacan la pradera también os atacan a vosotras.
Respondió Tortuga.

-Ese no es nuestro problema, la orgullosa nación de serpientes y lombrices lucharemos por nosotras cuando llegue el momento.

Ante tal necedad siguió su camino durante toda la noche y como estaba oscuro no se dio cuenta que trazó un gran círculo en su caminata, de tal forma que cuando pudo ver lo que tenía delante con su corta vista vio que había llegado al punto de partida. El conejo guerrero se acercó a él de un salto.

-Hola amiga Tortuga, veo que ya estás de vuelta, ¿Has conseguido ayuda?

Nuestro galápago pensó rápido, bastante más de lo que caminaba y se le ocurrió una cosa.

-No he encontrado ayuda amigo aunque os traigo una solución, podéis luchar juntos los conejos, las gacelas y los guepardos, sois más rápidos y más fuertes que los perezosos, los koalas y los caracoles. Venceréis seguro.

El conejo guerrero se mostró contrariado, llamó al comandante de las gacelas y al patriarca de los guepardos. Acudieron de mala gana y empezaron a debatir a unos metros de Tortuga. Al cabo de 2 minutos el parlamento llegó a su fin y le pidieron a Tortuga que se acercara a ellos para comunicarle su resolución. Cuatro horas y media después estaba ante ellos.

-Amiga Tortuga, nos has fallado y estamos resentidos contigo. Te enviamos a buscar ayuda y no sólo fracasaste, sino que además pretendes venir con una peregrina solución que consiste en que seamos nosotros mismos quienes resolvamos la situación esgrimiendo que somos más fuertes y rápidos, todo eso sin pararte a pensar en que, en el caso de que lo hiciéramos y fracasáramos...
¿A quien le íbamos a lanzar nuestras quejas?, ¿A quien le echaríamos la culpa de todo?, ¿Crees que sería justo para nosotros hacernos responsables de nuestros propios actos?, ¿Con que cara miraríamos a nuestro pueblo para decirle que...?, ¿Hemos luchado y perdido porque no hemos sido capaces de encontrar a nadie que lo haga por nosotros...? Nos hemos llevado una gran decepción contigo, te castigaríamos con el destierro de buena gana, pero no tenemos tiempo. En menos de media hora comienza el campeonato mundial de fútbol del bosque y habrá una tregua en el asedio que estamos sufriendo porque nadie que esté en el mundo puede perderse algo tan importante, ya decidiremos cuando acabe que haremos contigo.

Tortuga reflexionó unos Segundos y tomó una decisión.

-Señores de la pradera, antes de que se vayan quiero decirles algo. Me tomará solamente unos minutos, por favor, os ruego un poco de paciencia, llegarán a tiempo para ver la ceremonia inaugural del Mundial.

-Date prisa, aunque nada va a servir para que seas perdonada.

Le respondieron al unísono los tres señores de la pradera. Tortuga se acercó a una piedra plana y una vez junto a ella subió sus patas traseras a ella dejando las delanteras en el suelo, de espaldas a los tres señores de tal forma que solo veían sus cuartos traseros, había tardado solo 10 minutos en conseguir colocarse en esa postura.

-¿Me ven señores?

-Si,  vemos tu concha desde atrás.

Le respondieron.

-¿Pero me ven bien? Es de capital importancia.

Les preguntó de nuevo levantando su rabo cuanto pudo.

-Si, vemos tu parte trasera perfectamente.

Respondieron de nuevo Conejo guerrero, comandante Gacela y patriarca Guepardo.

-¡¡¡PUES PODÉIS BESARME EL CULO!!!

MIDNIGHTER TRENT (Javier Orta)

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